Revistero: La Revancha Del Vinilo

José Dagostino, Gastón Cutica y Hernán Literas, fundadores
de "Hallo Discos"
Desde que a comienzos de la década del 90 la industria discográfica en la Argentina decidió reemplazar el vinilo por el CD de una manera un tanto peculiar -cuenta la leyenda que una multinacional compraba las máquinas para prensar vinilos con el único objetivo de desmanterlarlas y liberar por completo el mercado para la llegada triunfal del disco compacto-, editar en este formato ha sido exclusivamente una empresa destinada a artistas aventureros, que con esfuerzo lograban fabricar sus vinilos en Brasil, en los Estados Unidos o en algún país de Europa del Este, donde siempre se podían conseguir mejores precios. Hasta ahora.

La última noticia vernácula sobre este fenómeno que aparenta no ser sólo musical sino que ahora llega con impronta cultural no es la reapertura de una fábrica (como sucedió tres años atrás en Brasil, con Polysom, convirtiéndose así en la única fábrica de vinilos en funcionamiento en toda América del Sur), pero cuenta como primer indicio en esa dirección.

Los responsables de este pequeño paso para el hombre melómano lo dieron tres jóvenes unidos por la música, que un buen día decidieron cumplir el sueño del vinilo propio. "Nos pusimos a investigar por Internet cómo podíamos hacer para editar un disco en vinilo y luego de pasar por varios foros sobre el tema terminamos encontrando a un tornero alemán que había fabricado una máquina para grabar vinilos de a uno. Eso sí, no te la vendía si no viajabas hasta su casa y hacías con él un curso de un día para aprender a usar la máquina", cuenta Gastón Cutica, encargado de viajar a Alemania y volver con el botín.

"Cuando Gastón trajo la máquina, nació el sello", asegura Hernán Literas acerca de lo que hoy se llama Hallo Discos, ideado para "la edición, difusión y preservación de la música en formatos clásicos como el vinilo y el casete".

"Queríamos editar sólo bandas que nos gustaran, pero mientras armábamos la estructura del sello, nos dimos cuenta de que podíamos también abrir el juego para aquellos músicos que por ahí no conocíamos, pero que estaban interesados en editar en vinilo. Mucho más pensando en la Argentina, donde no hay ninguna fábrica. Al día siguiente que ofrecimos el servicio, la casilla se inundó de mails pidiéndonos presupuestos y diciéndonos que hacía años estaban buscando algo así", confiesan y dejan la explicación técnica del proceso a la tercera cabeza de esta sociedad vinílica: José Dagostino, ingeniero de sonido y guitarrista del grupo Go Neko!

"Con la aparición del CD, el sonido fue perdiendo desde el momento mismo en que se concebía la música. Se comenzó a grabar todo más saturado, con más volumen. Con la máquina nosotros intentamos darle más rango dinámico a los temas para que tengan una buena traducción al audio del vinilo en sí. Lograr ciertas curvas de ecualización y de compresión que se fueron perdiendo con el cambio de formato."

Cutica: -No creemos que el vinilo sea mejor que el CD ni al revés. Son totalmente diferentes. Pero para nosotros, el vinilo es un lugar donde está la música. No es sólo el objeto o el fetichismo por el vinilo, significa algo más, una relación con el disco y ese arte de tapa que va más allá de todo.

Casi como una reproducción del espíritu de aquellos conciertos fundacionales de Mandioca -el primer sello artesanal e independiente del rock argentino-, el 30 de abril en La Plata y el 11 de mayo en Buenos Aires, Hallo Discos tendrá su estreno oficial con un concierto y la edición de sus primeros tres ediciones en vinilo: los discos de Los Japón, Los Viajes y Digisagas, tres jóvenes bandas independientes que cumplirán también el sueño del vinilo propio.

"Como la máquina copia de a un vinilo y en tiempo real, hacer ediciones grandes es muy complicado. Pero lo que parece una desventaja, para nosotros no lo es. Porque la idea del sello es trabajar con el circuito independiente, el under, donde los grupos no pueden invertir para hacer 500 o 1000 unidades de un álbum en el exterior. Nosotros podemos hasta hacer ediciones limitadísimas de un solo disco", concluyen orgullosos y dicen que van por más. Próxima estación... la fábrica de vinilos propia. ¿Continuará?

Nota extraída de: http://www.lanacion.com.ar/

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